Programas económicos en TV: todos con la misma camiseta.
I – Siempre igual
Prender la tele y ponerse a ver programas de análisis económico es fascinante. Desde hace quince años se dice lo mismo, (lo mismo, lo mismo, lo mismo, lo mismo) de la misma manera como si se tratara del descubrimiento de la piedra filosofal. Y esto no es casual.
Un conductor y un economistejo invitado se afanan por coincidir en diagnósticos, previsiones y consejos. Se diferencian en prácticamente nada, las preguntas y las respuestas están más que evidentemente pautadas y pactadas. La pose es de invariable suficiencia: ojos entrecerrados, voces cancheras, y cabezas que al afirmar se sacuden de un lado a otro como quien explica al espectador lo evidente ¿El contenido? razonamientos que son un insulto a la inteligencia media.
Aclaremos que quien escribe esto no es un experto en economía ni mucho menos, es un simple tipo que intenta conservar un mínimo de sentido común.
II – El Juego de las Tarifas Públicas o Adivine Quién Pierde
Veamos el contenido: madrugada del martes 14/02/06, tres y pico de la matina, canal 14. Ni idea del nombre del programa, pero no importa ya que son siempre iguales: el ineluctable conductor y el no menos ineluctable "experto" departen acerca de las expectativas inflacionarias para la Argentina. Se termina hablando, claro, de las tarifas de servicios, y el ínclito capo de la city porteña dice algo así, prestemos atención por favor:
"…hay acuerdo para congelar las tarifas, pero esto tampoco es demasiado conveniente, ya que si no suben en el 2006, en el 2007 tampoco podrán subir ya que hay elecciones, con lo cual en el 2008 el aumento será explosivo…"
Guardemos por favor un respetuoso silencio frente a semejante alarde de superior intelecto ¿esto es un economista? Pregunto nomás. Porque José Ciudadano Medio podría preguntar: "Y dígame doctor, Ud. que la tiene clarísima, ¿me podría explicar por qué catzo las tarifas tienen que subir sí o sí?"
Digo, no estaría de más dar una explicación. Una posible (si quiere le facilito una, doctor) sería que el alza inflacionaria encareció los costos reales, y esto exigiría una puesta al día. Sonaría razonable, pero aquí cabría preguntar entonces qué pasó durante tantos años de inflación cero en los cuales las tarifas subieron igual. O cuál es la verdadera alza de costos que sufrirían las empresas del sector… en fin, un debate interesante y mucho, ya que toca nuestro bolsillo ¿no?
No. Nada de eso. Justamente estos programas (que sufrimos en variadas modalidades desde hace décadas) se basan en que hay principios ya establecidos que no se tocan, son Sagrados, Inamovibles, Fundantes. Religión pura, bah. El Gran Capital Nunca Pierde, Tu Sí, Apréndelo Oh Gil de Goma, podría ser una de sus leyes bíblicas.
III – El Satánico Dr. Déficit
Otra incansable gansada es el omnipresente Déficit Fiscal, La Bestia Negra, la Bruja Mala de los economistas del sistema. ¿Qué cosa es el famoso déficit fiscal? De una forma muy somera se puede decir que es la diferencia entre lo que el estado recauda y lo que gasta. Las cuentas del estado – como las de cualquier empresa – registran entradas y salidas, y el resultado neto es el famoso déficit (que podría ser cero, o negativo, en cuyo caso sería superávit).
Siguiendo el gastadísimo libreto mil veces repetido, el personajillo invitado explicó que la inflación era tolerable por el momento, pero que el estado tenía que… ajustarse a la ortodoxia económica para bajar el déficit fiscal por medio de un achique del gasto público. ¿A alguno le suena? ¡Claro amigos! Es lo que venimos oyendo desde lo que parecieran ser siglos, y lo que desembocó en Mendes, Dominguito Cavallo y Cía.
Y la realidad es que se trata de una muestra de ignorancia económica que a cualquier habitante más o menos informado del Primer Mundo le haría caer la mandíbula al suelo.
El déficit fiscal no sirve para medir la sanidad de la economía de un país. Baste decir que Japón tiene un déficit fiscal alto (alrededor del 7%), al igual que EEUU y la UE (alrededor del 5%).
¿Por qué ocurre esto? Porque el estado no es una empresa, su objetivo no es ganar dinero. Si el estado invierte en educación, salud, infraestructura productiva, entonces su economía es atractiva aunque tenga altas tasas de déficit fiscal, porque dichas inversiones pueden considerarse activos tangibles o intangibles de la misma.
Cuando estos pedantes difusores de ignorancia hablan de déficit fiscal, lo que quieren decir es que el estado no debe jamás promover el bienestar de la población. Por supuesto: jamás se discuten los subsidios a empresas, la quita de aportes patronales o retenciones a la actividad agropecuaria, la compensación a los bancos, la regresividad de la estructura impositiva o la gran evasión fiscal, no no no no no no, esto (que es dinero que el estado objetivamente pierde) jamás de los jamases es criticado como fuente de pérdidas para el estado. La cosa es siempre "achicar" el "gasto".
Tampoco se menciona la deuda externa como fuente de dicho déficit. El estado argentino destina un superávit fiscal de un 3% al pago de la misma (compárese con el alegre déficit de los países desarrollados). No hace falta un cerebro privilegiado para entender que así no hay inversión interna posible.
IV - Oiga, déjese de gastar, ¿quiere?
Veamos otro botoncito de muestra: el aburridísimo cara de piedra nos ilustra con que:
"… los salarios pueden subir pero dentro de un límite, puesto que una suba excesiva aumentaría la demanda y esto provocaría una presión inflacionaria".
Todavía no puedo creer que un tipo que se dice economista insista con esto. Es ridículo. Y sin embargo mucha gente asiente y lo da por hecho.
Claro, si se fabrica dinero con una maquinita y se usa para pagar salarios, es como pagar con moneda falsa: pronto la mayor demanda depreciará el dinero en el bolsillo del trabajador. Eso lo entiende cualquier escolar, no expliquemos más lo evidente. La pregunta que todos estamos esperando, que todos queremos ver respondida es por qué joraca no puede subir genuinamente el poder adquisitivo de los salarios. Entremos en ese debate de una buena vez.
Y para empezarlo no estaría mal señalar que en cuestiones de alimentos – y más allá de que es una vergüenza que en zonas y estratos sociales del norte argentino no pueda comerse carne – el debate con los productores agropecuarios (estos parásitos que jamás han hecho la menor reinversión y han vivido de eternas rentas merecen un post aparte) es simple: quieren ganar en el mercado interno lo mismo que en el externo. Y eso sencillamente no puede ser. Argentina tiene recursos alimentarios suficientes para abastecer su mercado interno, así que ahí hay un buen ejemplo de insumos básicos que no tienen porqué sufrir la menor presión inflacionaria en caso de aumento de salarios. ¿De qué aumento de la demanda hablan si todo el mundo sabe que hoy hasta el argentino medio cuenta sus monedas? Lo único que podría llegar a sufrir presiones alcistas sería el precio de los mp3 players.
Pero todo esto jamás se discute. Nos quedamos en el círculo vicioso: no se puede aumentar esto porque aumenta lo otro. Si no se aumenta hoy, entonces deberá aumentar mañana, y así eternamente.
V – ¿Y por qué?
Eso, ¿por qué? ¿Por qué tenemos estos programas que una y otra vez repiten lo mismo hasta instalar en la opinión pública esta sensación de callejón sin salida?
La pregunta contiene en sí misma buena parte de la respuesta.
A alguien seguramente le interesa instalar este discurso. La economía es una ciencia que toca intereses fuertes. Por algo se creó la escuela de economistas de Chicago de la que salió Joe Martínez de Hoz, Milton Friedman y otros genios a los que tanto debemos.
Y por algo cuando alguien dice "analista económico" nos viene siempre la imagen de algún yuppie mersa surgido de lo más inescrupuloso de la city porteña.
Recordemos que este discurso, bombardeado hasta el hartazgo por figuras prominentes (el repulsivo Bernie, el hipócrita Grondonita, et altri) nos llevó a donde ya sabemos demasiado bien. No lo aceptemos, preguntemos, volvamos a preguntar. Si alguien tiene hambre en el país de las vacas, entonces es que algo anda muy mal.
A no rendirse. Y como decía el inolvidable Tato antes de desearnos Good Show: atenta la neurona.
10 Comments:
¿En el canal 14 de Bruselas discuten las expectativas inflacionarias para la Argentina?
¿O es que ha vuelto a las pampas?
¡No haga caso, Jack, en el canal cetorca seguro están todos borrachos!
Ando por el país nacional, amigo, si viera que discuten esto en Bruselas me mudaría a Mongolia.
Es cierto, en el canal catorce se bebe mucho. Y no quiera saber lo que es la programación en el 71...
TN,apesta como apesta todo el grupo clarin..
a veces pienso que zafa un poc el porgrama de nelson castro..
creo que es un tipo honesto..nose tal vez me cofuna pero lo he visto decir opiniones en las caras..de unos y de otros..
recordar temas que la tv siempre olvida..
lo creo honesto.
por lo demas es pogre..
con todo lo que eso implica..
aunque tal vez confie demasido en la honestidad del sr csatro teniendo en cuenta donde labura..
nose..
el pero es el de morales sola sin duda alguna..
esos debates intelectualoides sobre el nuevo siglo...o algo asi..
puff que asco..
tanto como la ideologia que morales sola deja como halo de babosa en su andar..
....
por que?
y ahi se empieza..del por que cae todo..
o nace todo..
(aunque es lo mismo)
y del por que? al entonces que?
no hay tanto paso..
por pirncipio buscar emdios aletrnatios de informacion...no voy ahcer listita por que debes de conocerlos..
y una vez ahi..
nace el que?
que?
actuar..
la reflexion es peligrosa
la reflexion seguida de accion es letal
la reflexion seguida de accion seguida de reflexion
es explosiva y revolucionaria.
saludos
irupè
Gracias Jack...por suerte existimos los economistas que sin la espada del augurio de Leon-O vemos más allá de lo evidente, y es bueno que cada tanto se nos reivindique...
No pienso usar este comment para desactivar las verdades de perogrullo que los neoclásicos difunden como verdad absoluta. Es una escuela en decadencia que sólo tiene asidero lamentablemente acá (afuera ya ni les dan pelota, se volvieron neoconservadores en algunos casos o se hicieron regulacionistas en otro, con lo cual, no hay que justificar más la mano invisible que tiene gemelos de oro, ahora es visible y se la deja hacer lo que quiere o se la regula para que no se fracture).
No le parece, a Ud., que la Argentina y la región del Mercosur, en general, no tienen otra salida en lo económico que ponerse de cuatro patas y dejar que le rompan bien el PBI?
Agradezco su respuesta,
Andrés Oppenheimer
Columnista del Miami Herald.
Wow! como cambio ESPN+!
No, el programa es P+E, por ahí me equivoqué de canal... Oh!
Ay leí lo de Cromañón, la otra vez no había podido (no tenía tiempo)está muy bueno!!! Grosso lo del intelectual cool... en mi facu los militantes zurdos usan esas remeras con leyendas en italiano que se usan... son feas, pero quedan tan modernos...
Esas remeras son una grasada total, les doy seis meses antes de que empiecen a ser un quemo.
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