06 noviembre 2005

Trotsky y La Violencia


Es interesante recordar lo que decía el amigo León David acerca de la violencia. Es un tema que en Argentina ha sido motivo de debate en la izquierda, y lo que me sorprende es que leyendo "Su Moral y la Nuestra" LT parece haber predicho más de uno de los discursos que nos ha tocado escuchar al respecto.


A mí, por ejemplo, el párrafo siguiente me trae muchos recuerdos... del presente. Cada tanto se revive la polémica sobre la década del ´70 y aquí mismo se hq preguntado algo acerca de cierto debate revivido. Veamos qué opinaba LT (el subrayado es de un servidor):

En épocas de reacción triunfante, los señores demócratas, socialdemócratas, anarquistas y otros representantes de la izquierda se ponen a desprender, en doble cantidad, emanaciones de moral, del mismo modo que transpiran doblemente las gentes cuando tienen miedo. Al repetir, a su manera, los Diez Mandamientos o el Sermón de la Montaña, esos moralistas se dirigen no tanto a la reacción triunfante cuanto a los revolucionarios perseguidos por ella, quienes, con sus “excesos” y con sus principios “amorales” “provocan” a la reacción y le proporcionan una justificación moral. (...). En todas las redacciones interesadas se distribuyen. gratuitamente muestras de perfección ética.

Recordemos el debate suscitado en Argentina acerca de los ´70, el párrafo parece escrito expresamente.

Más adelante prosigue:

La base de clase de esta prédica falsa y ampulosa la constituye la pequeña burguesía intelectual. La base política son la impotencia y la desesperación ante la ofensiva reaccionaria. La base psicológica se halla en el deseo de superar el sentimiento de la propia inconsistencia, disfrazándose con una barba postiza de profeta.

Respecto de las identificaciones entre comunismo y fascismo, el desprecio de la democracia, etc. LT hace una caracterización interesante:

El rasgo fundamental de esas asimilaciones e identificaciones lo constituye el ignorar completamente la base material de las diversas tendencias, es decir, su naturaleza de clase, y por eso mismo su papel histórico objetivo. En lugar de eso, se valoran y clasifican las distintas tendencias según cualquier indicio exterior y secundario; lo más a menudo, según su actitud frente a tal o cual principio abstracto, que para el clasificador dado tiene un valor profesional muy particular. Así, para el papa romano, los francmasones, los darwinistas, los marxistas y los anarquistas son gemelos, puesto que todos por igual niegan sacrílegamente la Inmaculada Concepción. Para Hitler, liberalismo y marxismo son gemelos, puesto que ignoran “la sangre y el honor”. Para los demócratas son el fascismo y el bolchevismo los gemelos, puesto que no se inclinan ante el sufragio universal. Etc., etc.

Los rasgos comunes a las tendencias así comparadas son innegables. La realidad, sin embargo, es que el desarrollo de la especie humana no se agota ni con el sufragio universal, ni con “la sangre y el honor”, ni con el dogma de la Inmaculada Concepción. El proceso histórico es, ante todo, lucha de clases y acontece que clases diferentes, en nombre de finalidades diferentes, usen medios análogos. En el fondo, no podría ser de otro modo. Los ejércitos beligerantes son siempre más o menos simétricos y si no hubiera nada de común en sus métodos de lucha, no podrían lanzarse ataques uno al otro.

No deja de ser claro como respuesta a las pavadas de que "los extremos se tocan" que hemos tenido que bancarnos durante décadas de parte de intelectuales respetadísimos. Y para referirse a ellos, LT hace una analogía interesante:

El campesino o el tendero rudos, si se encuentran entre dos fuegos, sin comprender ni el origen ni el sentido de la pugna entre proletariado y burguesía, tendrán igual odio para los dos campos en lucha; y ¿qué son todos esos moralistas demócratas? Los ideólogos de las capas medias, caídas o temerosas de caer entre dos fuegos.

(...)

Los moralistas quieren, ante todo, que la historia los deje en paz; con sus libritos, sus revistillas, sus suscriptores, el sentido común y las normas morales. Pero la historia no los deja en paz. Tan pronto de izquierda como de derecha, les dan de empellones. Indudablemente, revolución y reacción, zarismo y bolchevismo, comunismo y fascismo, stalinismo y trotskismo son todos gemelos. Que quien lo dude se tome la pena de palpar, en el cráneo de los moralistas, las protuberancias simétricas de derecha e izquierda.

Siguiendo con los izquierdistas demócratas, bienpensantes y progres, LT los describe con precisión. En su polémica contra Victor Serge, Madelaine Paz y otros amantes de la paz que le reprochan no valorar el pacifismo como útil para los oprimidos, LT describe sus aspiraciones:

Propondríamos que se nombrara a V. Serge presidente de una comisión compuesta, por ejemplo, de Marceau Pivert, Souvarine, Waldo Frank, Max Eastman, Magdeleine Paz y otros para elaborar un código moral de la guerra civil. Su carácter general se adivina de antemano. Los dos campos se obligan a no tomar rehenes. Se mantiene en vigor la publicidad de la justicia. Para su correcto funcionamiento, se mantiene, durante la guerra civil, una absoluta libertad de prensa. Como los bombardeos de ciudades lesionan la publicidad de la justicia, la libertad de prensa y la inviolabilidad del individuo, quedan formalmente prohibidos. Por las mismas razones, y por muchas otras más, el empleo de la artillería queda prohibido. Y considerando que fusiles, granadas de mano y aún las bayonetas ejercen sin duda perniciosa influencia sobre la personalidad, así como sobre la democracia en general, queda prohibido estrictamente el uso de armas blancas o de fuego en la guerra civil.

¡Maravilloso código! ¡Magnífico monumento a la retórica de Víctor Serge y de Magdeleine Paz! Sin embargo, mientras este código no sea aceptado como regla de conducta por todos los opresores y oprimidos, las clases beligerantes se esforzarán por alcanzar la victoria por todos los medios, y los moralistas pequeño-burgueses no harán más que nadar en la confusión entre ambos campos. Subjetivamente, simpatizan con los oprimidos, nadie lo duda. Objetivamente siguen siendo prisioneros de la moral de la clase dominante, y tratan de imponerla a los oprimidos, en lugar de ayudarlos a elaborar la moral de la insurrección.

Particularmente me gusta la claridad de exposición y la voluntad de ir al fondo de cada asunto. Por eso creo que si hoy reviviera y viera en lo que se ha convertido la 4ta. Internacional... creo que funda una 5ta.

¿No será el momento?

15 Comments:

At 1:47 p. m., Blogger lucas said...

Primero que nada, gracias por publicar nuevamente.
Reivindicar a Trotsky es una buena idea, por ahí se asocia al comunismo con los Nazis por el señor Stalin, nefasta figura, que incluso según tengo entendido asesinó a don Trotsky. La guerra en su sentido de busqueda de justicia es licita; el comunismo es ante todo una justa distribución de las riquezas (algo tan sencillo de entender como una división); en lo que no estoy tan de acuerdo es en la forma materialista de ver las cosas, pero ese es otro asunto...

Saludos

 
At 5:49 p. m., Blogger Juan Marenco said...

La discución con Victor Serge viene por otro lado. Serge fue un seguidor ciego de Trotsky, su planteo viene por la masacre de Kronstadt. Sigo pensando que es un agujero negro en la historia de Trotsky

 
At 5:06 p. m., Anonymous Anónimo said...

Y ahora que me ilustrajte sobre los erps, ¿por donjde comienzo a ler a Trojskstky? Mi problema sigue siendo el mismo de siempre con estos muchachos. Y no es ideológico sino filosófico. El "papel histórico objetivo". Creo que si ahí entendiéramos la pertenencia de clase como una construcción de subjetividad; de individuos con x características, posibilidades, conciencia, percepción e interpretación de la realidad; de IDENTIDAD; y desde ahí se piensa el derecho a la violencia, legitimada por la violencia constitutiva de esa posición de clase, importa tres carajos el "papel histórico objetivo". Podemos huir de lo que la historia nos depara y hacernos más cargo de la historia. tengo ganas de hacer algo, Jack, de que pase algo. ¡merde!

 
At 7:00 a. m., Blogger Jack Celliers said...

Lucas: EL materialismo es interesante, aunque no se trate tanto de materialismo vulgar (me compré un inodoro nuevo), sino de entender que lo material (no lo ideal) es el sustrato sobre el que la realidad sucede. Ser materialista es decir que existen explicaciones, que el mundo es cognoscible y concebible para vos y para mi, y para cualquiera que quiera acceder a él.

Juano: Lo de Kronstadt hay que entenderlo en su contexto. Por empezar no fue Trotsky el responsable de la decision sino de las acciones. En otras palabras, quien tomo la decision - en medio de una guerra civil - de intervenir en Kronstadt no fue LT sino el Partido Comunista. Y recordar que en esa epoca eran realmente los trabajadores en asamblea los que decidían qué se hacía, no era el PC que fue despues, una camarilla minuscula. Es un tema demasiado deformado por muchos progres que no quieren ver todo el panorama. LT asumio una responsabilidad historica que en realidad fue del Partido. Y es posible que el Partido se haya equivocado, pero es facil equivocarse con seis ejercitos de intervencion atacandote. NO hay mucho tiempo para pensar. Los genios que critican a LT por esa situacion... me da terror verlos en la misma posicion.

Rea: me parece que hay un aspecto subjetivo... y uno objetivo (sin el cual el primero no tendria definicion posible). La pertenencia a una clase es rigurosamente objetivissssima, por más que la subjetividad del individuo lo haga creer cualquier huevada. La psicologia de un pequeño burgues que se cree un capitalista es exactamente la subjetividad de un pequebu, y su papel historico objetivo esta intimamente ligado a esa subjetividad.

 
At 3:43 p. m., Anonymous Anónimo said...

Bueno, pero ¿por dónde empiezo con Trotski? Alguna vez tengo que empezar ¿no?

 
At 6:02 a. m., Blogger Jack Celliers said...

Los escritos de LT muchas veces son recopilaciones de polémicas y artículos. Sobre Arte y Cultura creo le puede gustar mucho, ya se lo recomendé. Su Moral y la Nuestra es muy bueno, y aquí se expone parcialmente (es posible encontrarlo en internet). En Defensa del Marxismo no deja de ser interesante... en fin...

 
At 2:51 p. m., Anonymous Anónimo said...

Gracias, camarada, voy a asomarme al mundillo de León a ver qué hay.

 
At 6:44 a. m., Anonymous Anónimo said...

Felicidades. Sólo les falta entender que , al final de cuentas, la revolución consiste en dar la vuelta entera y regresar al Orden

 
At 1:31 p. m., Blogger Jack Celliers said...

Mr. Gilbert Keith, ese nick dice mucho... y el comentario no deja de ser interesante.

Aunque adivino que desde veredas muy opuestas, es posible que sí sea cierto, que exista un Orden roto, el descalabro de la aventura humana parece indicarlo.

La diferencia, posiblemente, sea que los marxistas buscamos ese orden hacia adelante y no hacia atrás. Creemos que existe una justicia posible y no nos resignamos a ubicarla fuera de esta existencia (en el cielo), sino que pretendemos tozudamente ubicarla en ésta.

Ni sé si vas a leer esto. Probablemente no. Tampoco importa mucho.

Saludos.

 
At 4:07 a. m., Anonymous Anónimo said...

Sí, lo leí; agradezco la deferencia de haber reparado en mi humilde aporte, considerándome tan solo como un simple transeúnte en tan lúcida como bien informada vereda intelectual (la cual se nota felizmente construída con más que muchas baldosas propias).
En definitiva, y para concluir los halagos, muy interesantes las lecturas que ofrece este blog (casualmente Blogg era el apellido de la esposa de Don Gilberto).

 
At 2:02 p. m., Blogger Jack Celliers said...

Los blogs deparan pequeñas felicidades como esta. A pesar de que me ocupo poco de este (mantener tres blogs es complejo, no hay ideas para tanto).

Es cierto: Frances Blogg. Sería interesante imaginar qué hubiera bloggeado GKCH en caso de tener un blog. Me voy a mandar una reseña del gordo en Jugo de Ladrillo un día de estos...

 
At 3:45 p. m., Blogger Jack Celliers said...

Mire, si pasa por acá, en Jugo de Ladrillo me mandé un comentarito acerca de GKCH. No una reseña propiamente, pero un comentario. Mándese si gusta.

Saludos.

 
At 12:15 a. m., Anonymous Anónimo said...

Veo que no se está quieto; siempre es interesante sondear aquí y allá.
Acerca de los vacíos existenciales, dicen que todo empezó cuando a Adán se le dió por comer del arbol prohibido (o de la sabiduría). Creo que Kierkegaard nos contaba cosas como esas; y por favor, no se la tome tan pecho con Don Sören; tampoco sea cosa que me vaya a dar todos los gustos y se mande un ensayito sobre el plus-cuam-atormentado danés.

 
At 10:46 p. m., Anonymous Anónimo said...

Gran estracto de "su moral y la nuestra" de León Trotsky. He de decir también, que a pesar de que León tiene la visión más acertada del tema, para nada esto puede ensuciar al gran revolucionario Victor Serge. Por otra parte, informarte de la existencia de la Corriente Marxista Internacional, un auténtico partido marxista-leninista, que revindica un programa marxista en el seno de las organizaciones obreras de masas. Actualmente tiene cuadros en más de 30 países, y especial relevancia en los acontecimientos que están ocurriendo en Venezuela, y otros países de América Latina.

 
At 9:18 a. m., Blogger Jack Celliers said...

¿Victor Serge? En Su Moral y la Nuestra Trotsky habla bsatante de Victor Serge, pero no precisamente bien.

 

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