25 enero 2006

Curso Acelerado Posmo Cool


Este post ya lo publiqué en Jugo de Ladrillo hace un par de meses, pero me da que hay que proponerlo otra vez a la lectura del respetable cybernauta en Barricada... caprichos que se le ocurren a uno.

Todos sabemos que hay que estar de onda. Decimos tener pensamiento propio, y es cierto: hacemos propio el pensamiento de lo que está de onda.

Por ejemplo: en los ’70 la onda era el hippie psicobolche que explicaba a las minitas sus teoría político – existencialista y anunciaba la Revolución en una mesa de café. ¿Cuántos había de esos en – digamos – 1972? Miles.

Hoy eso es un horror, un boludo total, un soñador barato. Hoy la mano viene cambiada, señores, hay que evitar a toda costa parecerse al hippie psicobolche. Hay que ser cool. Por eso hoy ya no hay hippies psicobolches y hay gente cool. A patadas. Así como ayer el más cheto de los oligarcas probaba hacerse el jipito alguna vez, hoy el más siome de los empleaditos ensaya su pose cool.

Veamos estos prácticos tips:

- Muéstrese aburrido de todo. Mostrarse aburrido permite aparecer como alguien difícil de contentar y de vuelta de todos lados con mínimo esfuerzo. Remember: The world bores you when you are cool.

- También declárese descreído de todo. Es otra forma barata de aparecer como alguien con un alto standard intelectual imposible de satisfacer, aunque su cráneo atesore un simple pedo.

- Ríase de todo el que tenga convicciones o perspectivas. Permítase el fácil ejercicio de cuestionarlas irónicamente sin tener Ud. que pensar en ninguna. Esto le hará acreedor a definiciones como “outsider”, “francotirador”, y hasta un poco “anarquista” (aunque ojo, anarquista cool, nada de ideología), que hoy día tienen mucho prestigio. Y de nuevo, empleando el esfuerzo intelectual de un berberecho.

- Llegado el caso, para hacer ver que Ud. condesciende a discutir de vez en cuando con la plebe, plantee que el marxismo, el nazismo, la dictadura militar y los talibanes son la misma cosa. Establezca analogías facilongas como si fueran descubrimientos novísimos, explique por qué da igual ser trotskysta que católico. Ponga cara seria y no tema parecer un retrasado mental. La moda manda.

- Si Ud. tiene una onda intelectualita (estudiante de psico/socio/diseño o similar) léase cuanta boludez hayan publicado en Europa con diez años de atraso y repítalas hasta cansarse. Ni se le ocurra revisarlas críticamente! Ud. está más allá de eso. Que no resistan el menor análisis no supone ningún problema para alguien que quiere deslumbrar, antes que a nadie, a sí mismo. Adelante con: “La historia es un relato”, “La realidad carece de entidad ontológica”, “La verdad es un invento del Iluminismo”; todo mientras su poder adquisitivo cae en picada, su salario está en negro y los gobernantes de turno acuerdan calurosamente con Ud.

- Hable del fin de las certezas y de la incertidumbre como algo fantástico. En otras palabras: haga de la necesidad virtud. La incertidumbre es genial. Sobre todo cuando no hay otro remedio.

- Afirme que lo suyo es una postura democrática. Verdad, objetividad, lógica, son cosas abominables que nos llevan a la pérdida de la diversidad y nos conducen al autoritarismo.

- Universalice su ignorancia. Jamás diga “No estoy seguro”, sino “La realidad es indecidible”, evite afirmar “No sé para dónde carajo agarrar” diciendo en cambio “Vivo en la multiubicuidad fragmentaria”. No lo olvide: si Ud. no tiene idea, entonces NADIE puede tenerla.

- Menos la política (que no es cool) TODO lo demás SI es política. El sexo es política, ponerse una minifalda es una declaración política, comer cous cous tiene un fuerte contenido político, y volverse travesti es prácticamente desestabilizar al sistema.

- Reivindique lo grasa, lo bobo, pero para esto también emplee un lenguaje muy político e intelectual. Use frases de Sartre para reivindicar a Pimpinela, al Pato Donald, a Berugo Carámbula o a Zulma Faiad. “Valeria Lynch plantea un mensaje revolucionario en la musica popular de las masas”, “Moria Casán les mueve el piso a los burgueses”, y así.

- No se permita la más mínima ilusión acerca de ninguna construcción colectiva dirigida a acabar con la miseria, la explotación, etc. Todo eso es peligroso, además de inútil e ingenuo. Si acaso hay que cambiar algo tiene que ser micro, minúsculo, personal, es decir “concreto”. Lo demás es paja irrealizable. Ríase de esos bobos que protestan. Eso sí: trate de no acordarse de ellos a fin de mes.

Con estos sanos consejos Ud. tiene garantizado que no será un boludo.

Será otro.

06 enero 2006

Cromañón & The Republica Sargentina Middle Class


I - Escenario

A medida que la pobreza se extiende y que la brecha entre las clases sociales se ensancha, la clase media argentina se pauperiza, pierde su poder adquisitivo, y vive – en más de un sentido – en la inseguridad total. Algunas primaveritas (como la de K) no cambian el hecho de que es difícil predecir el futuro de Argentina a 10 años.

Esto debería hacer a la mayoría de nuestra pobrecita clase media un poco más consciente, acercarla estratégicamente a los que más sufren; o al menos enseñarle a ser mínimamente más comprensiva con los estratos sociales más bajos, de los cuales muchas veces no la diferencia mucho más que una corbata.

Pero oh curiosidad, no pasa nada de eso. Por el contrario: la opinión pública de nuestra República Sargentina Middle Class parece extraer una suerte de compensación psicológica del hecho de criticar ferozmente a los más humildes.

Negros, villeros, "cabeza", se transforman en lo más despreciable muchas veces en boca de un infeliz que cuenta las moneditas para llegar a fin de mes, pero es el orgulloso empleadito administrativo de un banco o una multinacional. Es su manera de hacerse creer a sí mismo que "yo jamás puedo caer ahí, imaginate" y que el aumento de mendigos y cartoneros se debe a que surgen de debajo de las baldosas, con la humedad, ¿vio?

Ahora bien, el esclavo de turno que odia a los villeros no se aviva de que se serrucha su propio piso, ya que aunque no lo parezca la clase media tiene problemas comunes con los estratos más castigados.

- ¿Yo? ¿Tener intereses comunes con esos grones?

Si, gil de estopa. Vos.

II - Cromañón a sueldo

Veamos un caso típico: el remanidísimo tema Cromañón (sí, ya sé: estamos hartos del tema, yo también). No me meteré con la politiquería y lo insustancial de muchos debates, lo único que señalaré es lo que me parece obvio, a ver si estamos de acuerdo: lo que pasó en Cromañón revela que los funcionarios encargados de hacer cumplir las normativas de seguridad urbana en espectáculos y recintos públicos son incompetentes, incapaces y corruptos. Y esto no es de ahora sino desde siempre, y cada vez peor.

¿Hasta acá vamos bien?

Bueno; sin embargo no falta el piojo resucitado que manda "...y bueno, que se jodan por tirar la bengala, ¿no ves que son unos cabeza?". Con variantes, esta es más o menos la posición oficial de la opinión pública, incluso de progres que se creen de izquierda.

Quien afirma esto es mucho más cabeza, subdesarrollado y descerebrado que cualquiera de los Callejeros y por más civilizado que se pretenda, no tiene idea de cómo funciona un país serio.

III - ¿Y un país serio qué vendría a ser?

Esto: en Europa digamos, poco importaría si los Callejeros y su público son descerebrados o no. A nadie se le ocurriría debatir alrededor de ese eje. Descerebrados hay en todos los países y Europa está llena de punkies, skinheads, hooligans, drogones y barderos que salen a hacer cualquiera. Pero también hay ciudadanos que saben que con la seguridad pública no se juega. Son estos ciudadanos (muy diferentes de los piolas clasemedieros argentos) los que hacen la gran diferencia, no los "negros".

Parte de nuestra infeliz clase media cree que está kilómetros por encima de "esos negros cabeza", cuando en realidad no hay casi ninguna diferencia: los politicastros de cuarta que vota la engañan, la afanan y le mienten, igual que a los villeros; y al igual que los villeros la clase media argentina tiene tanta conciencia de sus derechos como un chimpancé amaestrado.

Pero el medio pelo cree que es más vivo, que "está en otra". Cree que existe una seguridad para "esos negros" y otra para él, cuando la seguridad en un lugar público es por definición la misma para todos.

En un país civilizado, el dueño de un boliche es responsable de la seguridad de quienes entran, ¡A nadie le cabe en la cabeza descargar el cuidado de la seguridad sobre los propios clientes! Porque basta que entre un tipo con una bengala, un cuchillo o una bazooka para matar a todos: negros cabeza y rubios chic.

Por eso es el dueño quien debe controlar, ya su vez las autoridades son las máximas responsables de supervisar el cumplimiento de esta normativa y castigar su omisión. Simple.

Bajo estas normas los responsables de dar seguridad jamás podrían emplear el argumento: "y … qué quiere con estos negros… ". Lo que el público haga es irrelevante completamente, hay una normativa y tiene que cumplirse. Punto.

De esa forma, no sólo se protege sino que también se educa. El que trata de pasar con una bengala: se lo detiene y se llama a los padres si es menor, o se le faja una multa si es mayor. No lo hace más. Los péndex de clase media baja son írresponsables porque viven en un país irresponsable.

Pero eso sí, el castigo proporcional a la responsabilidad: si es dueño del boliche, multa fuerte y/o inhabilitación y/o en cana. Y si es funcionario: en cana y no te pueden elegir ni para barrer el fondo.

IV - El arte de sabotearse

Pero el deporte favorito del vivo es atacar a las víctimas, cree que él es civilizado, cuando en realidad es el primer agente de la barbarie. La filosofía "que se jodan" es la que lleva a la sociedad a la desintegración.

Un laburante de clase media debería reparar en que el abismo que lo separa del gran capital es varias veces más grande que el que lo separa de un villero. Por supuesto: los valores, las ideas y hasta la vestimenta de un middle class emulan los de un gran capitalista, y esto no es casual. Psicológicamente un middle class está cerca del gran capital, materialmente está a dos pasos de un obrero.

El gran capital fomenta en la clase media esa ilusión, más "necesaria" cuanto más peligro hay de "caer" del lado de los "negros". Pero mantener esa ilusión debilita a la clase media, porque la aleja de la gente con la que objetivamente tiene una mucho más amplia comunidad de intereses reales (salario, seguridad social, salud publica, educación, vivienda digna, etc.).

Por eso ante una catástrofe que se lleva más de 100 vidas, en lugar de pensar que podríamos ser nosotros y apuntar a los verdaderos responsables, nos tranquilizamos diciendo: "bah, es culpa de esos grones que tiraron la bengala, a mí jamás me va a pasar".

Sería más inteligente darse cuenta de que ni los negros cabeza ni la clase media le importan un carajo a los que de verdad tienen la manija, sépanlo: las normativas de seguridad se cumplieron tan poco en Cromañon como en Kheivys, Joy Eslava, o Sunset (¿alguien se acuerda? un esfuercito de memoria, please). Estos son ejemplos de boliches en los que murió gente de clase media, incluso chetita, que quizás creía tristemente vivir en el Primer Mundo.

Para terminarla: no digo que cualquier persona de clase media sea así. Digo que es una tendencia muy extendida y un reflejo psicológico muy común. Un servidor no está exento tampoco.

Buenas tardes.